miércoles, 26 de julio de 2017

¡Para cantarle al Amor!

El mayor de mis deseos,
ese amante que quería,
sin andarse con rodeos
me besó mientras dormía.

¿De platónico romance?
¿Un galán mi enamorado?
El tiempo me ha dado un chance,
vivo lo tanto anhelado.

Basta con cerrar los ojos
para sentir que me besa.
No hay candados ni cerrojos,
sólo una ansiedad traviesa

y un querer estar queriendo,
ser amada, ¡sí señor!
Para que siga existiendo.
Para cantarle al amor.

ISABEL
26/07/17

sábado, 22 de julio de 2017

Razono, medito...


Las lágrimas de lluvia en dulce canto
forman un lago de varios colores.
Sus notas son vida, brisa de encanto,
lavan y confortan males de amores,
los que culminan en el desencanto.

Me gusta fantasear. Y medito:
El agua de mi edad, ¿tendrá su lago
o pozo? ¿Será manantial bendito?
Quizá ha formado un mar y en él naufrago
pretendiendo amor... Hasta el infinito.

ISABEL
22/07/17

miércoles, 19 de julio de 2017

¿Pensará en el Olvido?

Siento el ayer tan distante...
No acaricia mi suspiro
la puerta de su retiro
que abría en forma constante.

Aquel ayer fulgurante
por el que tanto deliro
quizá desea un respiro,
o que yo mire adelante.

¡Qué más da! Yo lo condeno
a vivir en mi memoria
aunque lejano y ajeno.

Aunque pasó ya su euforia
a mis versos encadeno
su sombra y su luz. ¡Su historia!

ISABEL
19/07/17

jueves, 13 de julio de 2017

Con Sal, Amor y Frío

Una lágrima tiembla en mi mirada
al recorrer nuestra entrañable historia.
Salta mi lloro, mi jaculatoria...
Mi rezo húmedo bajo la almohada.

Así pienso en ti y con amor y frío,
rodeo el mar de la penosa ausencia
en busca de respuesta a mi insistencia...
¿Volveré abrazarte, cariño mío?

Demando al cielo con mis oraciones
tu presencia, tu calor de verano,
y los amaneceres de tu mano
que rayaban sonrojos de ilusiones.

La lágrima que tiembla en mi mirada
empaña tu silueta en el retrato.
Sin embargo, mis labios sin recato,
la besan como lluvia enamorada.

ISABEL
13/07/17

miércoles, 5 de julio de 2017

Un Sueño Disparatado

Arrastrando su negro mantón y sola
—sin luna, sin estrellas, —
entró la ansiada noche.

Al cobijo de sus maternales brazos dormí
oyendo el canto sonoro
de un gran aguacero.

Soñar fue como asistir a una fiesta
donde mis ilusiones aglutinadas
reían alegremente.

Y las vi salir a la calle descalzas,
pero con paraguas…
Dispuestas a bailar con la lluvia.

ISABEL
05/07/17